Para algunos, pueden resultar irrelevantes 3 o 4 m de diferencia a lo largo de los años, pero el tema de la altura de una montaña tan mítica como el Mont Blanc, va más allá de una simple medida, ya que se trata de la evolución tanto del casquete de hielo, como de los posibles desajustes climáticos que influyen en “la salud” de nuestra admirada montaña y cómo se han realizado las diferentes mediciones a lo largo de los años.
Crédito de la imagen Alexandre Buisse (Creative Commons).
A modo de resumen podríamos citar estas mediciones:
Año 1863 → 4807 m
Año 1892 → 4807,2 m
Año 1986 → 4808,4 m (medición ortométrica vía satélite)
A partir de 2001, están realizadas de forma bienal por el IGN (Instituto Geográfico Nacional de Francia), guías de Chamonix y Saint Gervais, Cámara Departamental de Expertos Geométricos de la Alta Saboya y sistemas GPS de Leica proporcionados por la Sociedad de Geosistemas de la marca.
Año 2001 → 4810,4 m Primera campaña oficial.
Año 2003 → 4808,45 m Segunda campaña (volumen de nieve 14 600 m)
Año 2005 → 4808,75 m Tercera campaña (volumen de nieve + – 14.000 m)
Año 2007 → 4810,9 m Cuarta campaña (volumen de nieve 24.100 m)
Año 2009 → 4810,45 m Quinta campaña (volumen de nieve 21.626 m)
Esta última campaña “oficial” fue realizada por 23 personas entre el 12 y 13 de septiembre de 2009 bajo un viento de 60 km/h y a – 15 ªC. Se espera que pronto haya una medición más actualizada por lo que la altura oficial y por lo tanto esta entrada pueda variar.
Aquí podéis ver el tipo de sistemas de medición por GPS firmados por Leica que se están utilizando, tanto a nivel de hardware como software.
Cabe reseñar que de forma paralela a estas campañas, se han realizado otras con resultados diferentes. Por ejemplo la de 2004 por parte del laboratorio de Glaciología y Geofísica Medioambiental de un laboratorio del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Grenoble junto al Instituto Técnico Federal de Zúrich. Con instrumentación de radar se midió por primera vez el relieve de la cumbre bajo la cúpula de hielo, resultando una cifra diferente a la cumbre cubierta por la nieve. El resultado fue de 4792 m. Hay detalles curiosos como por ejemplo, el que siendo una montaña sin lugar a dudas que “mira a Francia”, el punto más alto ha ido variando su orientación para situarse casi 30 m más al este (hacia Italia).
La comunidad científica no se pone de acuerdo en si estas diferencias son por los efectos del cambio climático a nivel general, o en particular por la distribución de los vientos en esa zona (predominando los del oeste). El calor hace que el hielo de los glaciares vaya fundiéndose a cotas más bajas, pero superando los 4.000 m, las precipitaciones son en forma de nieve y cuando se incrementan en verano, la capa de hielo aumenta. ¿Por qué? En verano la nieve se adhiere con mucha facilidad al glaciar y en invierno con las bajas temperaturas y a esa altitud, es arrastrada por el viento. Emmanuel Le Meur, glaciólogo del CRNS, apuntó que ciertamente las variaciones de las medidas revelan cambios en la meteorología, pero no se pueden tomar como pruebas tangibles de un calentamiento acelerado.
Estaremos al tanto de las nuevas mediciones que se realicen para hacernos eco en el blog. Así que no lo olvides, 4810,45 m (de momento-;).